
Para empezar, la incidencia de la enfermedad es realmente baja: desde el inicio de la pandemia se han confirmado 12.274 casos y 247 muertes, con una letalidad del 2,01 %, según las últimas cifras oficiales.
Eso en un país con una población de unos once millones de habitantes que desde hace meses hacen su vida como si la covid-19 no existiera.
VIVIR DE ESPALDAS A LA PANDEMIA
Desde que el Gobierno decretó la reapertura del país a finales de junio pasado, tras un confinamiento de tres meses, la enfermedad no ha vuelto a condicionar las rutinas de los haitianos, que se pasean sin mascarilla y no se privan de aglomeraciones.
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