El capitán de una estación de bomberos en Arizona diseñó un chaleco antibalas que cabe fácilmente en las mochilas escolares, ya que su objetivo es que los niños puedan llevarlo consigo en todo momento.
Si bien este no es el primer producto de este tipo, su creador asegura que, gracias a una mejora en los materiales, resiste impacto de proyectiles de alto calibre.
En Texas, el presidente de la Cámara de Representantes, Dade Phelan, propuso redirigir más de 100 millones de dólares en fondos estatales para programas de salud mental y seguridad escolar.
El capitán de una estación de bomberos en Arizona diseñó un chaleco antibalas que cabe fácilmente en las mochilas escolares, ya que su objetivo es que los niños puedan llevarlo consigo en todo momento.
Si bien este no es el primer producto de este tipo, su creador asegura que, gracias a una mejora en los materiales, resiste impacto de proyectiles de alto calibre.
En Texas, el presidente de la Cámara de Representantes, Dade Phelan, propuso redirigir más de 100 millones de dólares en fondos estatales para programas de salud mental y seguridad escolar.
Phelan también apoya el plan del vicegobernador Dan Patrick, que supervisa el Senado, para gastar 50 millones de dólares en la compra de chalecos antibalas para los departamentos de policía escolar. Pero no sólo los agentes que vigilan los colegios e institutos van a tener este tipo de chalecos para enfrentarse a un tiroteo.